24 y 28 de abril

Dos fechas  registra abril que dominicanos y dominicanas no podemos pasar por alto

Ambas distan del año 1965. 24 de abril, inicio de la sublevación militar que concitó un  gran apoyo popular convirtiéndose en la guerra de abril. 28 de abril fecha de la grosera segunda intervención de tropas de Estados Unidos en territorio dominicano, que transformó la guerra civil en guerra patria.

La guerra de abril se erige como una de las grandes  demostraciones de arrojo, sacrificio y valentía  del pueblo dominicano en procura de  la democracia, mancillada por un cruento golpe de Estado al gobierno Constitucional del Profesor Juan Bosch en Septiembre de 1963, hecho  que motivó la sublevación de militares y del pueblo que al unísono reclamó la vuelta a la constitucionalidad en 1965, un año y siete meses después del infausto golpe.

Desde el principio del golpe de Estado, se produjo una  sublevación de una  joven oficialidad militar contra el régimen de facto del Triunvirato,  militares que trabajaban paso por paso hasta producirse la insurrección popular que  reclamó la vuelta a la constitucionalidad.

Volver a la constitucionalidad significaba reponer el gobierno del Profesor Juan Bosch y la constitución promulgada en su gobierno, por lo que el movimiento acogió el nombre de guerra constitucionalista.

La insurrección ganó adeptos y en corto tiempo  el reclamo de retorno a la constitucionalidad, concitó el  respaldado del pueblo,  de  soldados y civiles quienes izaron  la bandera de la dignidad y el decoro.

Es en ese momento el día 28 cuando se produce la grosera intervención de tropas de los Estados Unidos a territorio dominicano que transformó en guerra patria lo que en principio era un enfrentamiento civil.

De la insurrección armada de abril y del enfrentamiento de los dominicanos a las tropas interventoras nos quedan importantes lecciones que  no debemos  olvidar  y es que jamás el pueblo dominicano renunciará   a vivir en democracia y libertad.

En esa  gesta  el pueblo dominicano demostró su apego a los principios y normas democráticas, su valor patriótico y determinación para defender la independencia y soberanía.

Hoy nos inclinamos reverentes ante los inmortales coroneles Rafael Tomás Fernández Domínguez y  Francisco Alberto Caamaño junto a muchos buenos mujeres y hombres , quienes se sacrificaron para seguir exhibiendo una patria libre y soberana. Loor a los héroes y Mártires  de abril