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Canadá se prepara hoy para una escalada en su disputa comercial con Estados Unidos, si el presidente Donald Trump eleva al 50 por ciento el arancel total a las importaciones de acero y aluminio canadienses.
La medida de Washington, que se hará efectiva a partir de este miércoles, de acuerdo con la orden emitida por Trump al secretario de Comercio estadounidense, responde al recargo del 25 por ciento que Ontario aplicó, este lunes, a la electricidad que exporta a los estados de Nueva York, Michigan y Minnesota, lo que afecta a 1,5 millones de hogares en Estados Unidos.
En una publicación en redes sociales, el magnate estadounidense también pide a Canadá que elimine de inmediato los aranceles a los productos lácteos y otros «aranceles de larga data» y amenaza con «cerrar esencialmente y de forma permanente el negocio de fabricación de automóviles en Canadá» con aranceles en abril.
Por su parte, el primer ministro designado, Mark Carney, quien ganó la carrera por el liderazgo liberal el domingo, dijo que su gobierno mantendrá los aranceles hasta que los estadounidenses «nos muestren algo de respeto» y «puedan unirse a nosotros para hacer compromisos creíbles y confiables con el comercio libre y justo».
