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Por: Osiris Mota | Siento que estamos ante el mayor problema social, pero nuestros lideres no lo asumen. Es importante destacar que abordar la seguridad vial requiere un enfoque integral que involucre a diversos actores, incluyendo gobiernos centrales, alcaldías, empresas, organizaciones sin fines de lucro y la sociedad en general. La combinación de medidas educativas, tecnológicas, de aplicación de la ley y de diseño de infraestructura contribuye significativamente a mejorar el capital social entre los conductores y, en última instancia, reducir los accidentes de tráfico.
La sociedad no puede estar enterrando y llorando muertos cada semana porque los responsables de asumir la dirección y el control no tengan las agallas, el interés o el valor de hacerlo. Son cada vez más frecuentes y catastróficos los accidentes de tránsito debido a la conducta y falta de cortesía y respeto de los conductores, especialmente aquellos que manejan vehículos pesados o de transporte de personas, y que no tienen la calidad humana para entender la responsabilidad que llevan sobre sus hombros.
Gastamos mucho dinero en campañas y publicidad gubernamental sin objetivos claros, y por ende, sin resultados en beneficio social. ¿Por qué no utilizar un poco de dinero para informar y concientizar sobre la educación vial desde los niveles más bajos de la educación? Campañas continuas de formación para choferes, sindicatos y empresas pueden llevar conciencia y conocimiento para un mejor manejo y comportamiento en las vías públicas.
Debemos reforzar la autoridad de las instituciones responsables como el Instituto Nacional de Transporte Terrestre (INTRANT) y la Dirección General de Seguridad de Transporte Terrestre (DIGESETT), en el ordenamiento y llevar a cabo acciones que puedan medirse para conocer su impacto. Aplicar sanciones efectivas sobre conductores imprudentes y empresas reincidentes con un régimen de consecuencias que condene a los malvados conductores irresponsables e inconscientes que se han adueñado de las vías públicas.
Las empresas y los sindicatos deben utilizar más la tecnología para supervisar y corregir el manejo de sus afiliados, como el control de velocidad y otros aspectos importantes que ayuden a tener profesionales responsables a cargo de bienes y servicios, ya que su mal uso afecta a la comunidad. Estoy seguro de que pueden obtener descuentos en las coberturas de seguros y otros aspectos interesantes.
El Ministerio de Obras Públicas debe obtener un informe del INTRANT, CADOAR y el Centro Asistencial del Automovilista (CAA) de los tramos donde ocurren más accidentes para mejorar el diseño de las vías, la señalización, rotondas, carriles exclusivos, luces, etc., con el objetivo de eliminar los puntos de conflicto y ofrecer seguridad en las vías.
Necesitamos fomentar una cultura de respeto a la vida y a las leyes. Elevar la conciencia, la responsabilidad y la cortesía de los dominicanos. No podemos seguir enterrando a más de 4 mil dominicanos que mueren y gastando más de RD$100,000,000 cada año por daños a los bienes y heridas de más de 25 mil personas que quedan minusválidas debido a los accidentes, sin sumarle el incremento de la pobreza que esto implica.