Hay que dar hasta que duela

 Por: Daniel Cruz | La expresión con que titulamos el presente comentario es de la madre Teresa de Calcuta. Nos parece que los militantes del Partido de la Liberación Dominicana debemos aplicarnosla de manera cabal, hoy cuando en nuestro país se vive un período de inflación, de destrucción del aparato productivo nacional y de muy baja inversión en bienes de capital con consecuencias a mediano y largo plazos imprevisibles hasta para los más entendidos en la ciencia económica.

Este gobierno ha sido incapaz no solo de cumplir sus promesas de campaña sino de mantener los servicios públicos en el nivel en que los recibió. En vez de dar asistencia, al 9-1-1 hay que asistirlo; de cuerpo de delito, como la llamaron inicialmente, Punta Catalina se ha convertido en la panacea de nuestro problema eléctrico, y pese a eso, por mala gerencia de este gobierno, la población sufre apagones intermibables en estos días de calor agobiante; el Plan Social parece que ha dejado de existir y la tarjeta que antes era solidaria ahora ha pasado a ser inexistente para muchas familias y un fraude enriquecedor para unos cuantos. Como puede verse, el país va de mal a peor bajo la dirección de un equipo que no pega una y al parecer se entrenó en el poco honroso oficio de dar excusas.

Los peledeístas no somos inmunes a tan penosa situación. Por el contrario, quizás seamos de los más afectados por razones obvias. En ese sentido, sabemos que tenemos muchos compromisos personales, que tenemos dificultades, muchos trabajos, en fin, tenemos muchas limitaciones. Pero precisamente para superar esas limitaciones es por lo que debemos integrarnos al trabajo partidario.

Algunos compañeros creen erróneamente que quienes asisten a todas las reuniones y a todos los compromisos del Partido pueden hacerlo porque les sobra tiempo. No hay nada más falso.

A nadie le sobra tiempo. Incluso, si vemos el asunto con seriedad, cuando ya una persona pasa de 55 años lo que más le falta es tiempo. Si bien no tiene los compromisos de atender niños pequeños porque ya si los tuvo los tiene grandes, cuando tenemos más de 55 años ya hemos vivido más de lo que nos falta por vivir, ya tenemos más ayeres que mañana, tenemos más pasado que futuro. Entonces, disponemos de poco tiempo. Cuando despierta en la mañana en vez de decirse «un día más» uno se dice: «un día menos». El conteo es regresivo, como el tiempo que le queda a este gobierno.

La realidad es que cuando un compañero va a una actividad partidaria regularmente ha dejado de hacer otra cosa. Este es un asunto de compromiso que uno asumió desde el momento en que nos juramentamos diciendo «JURAMOS» cumplir los Estatutos, la línea política del PLD y trabajar y hacer y lo que fuere necesario para llevarlo al poder nuevamente.

Sabemos que el momento es duro, pero como todo en la vida tendrá su final. Esta etapa de nuestra existencia y del país concluye en 11 meses, y luego la vida continuará, ¿continuará mejor o continuará peor? Precisamente esta es la pregunta clave que nosotros debemos respondernos: ¿si queremos que continúe la vida mejor o que continúe peor? La respuesta a esa pregunta es personal, es de cada quien.

Todos los peledeístas queremos que el PLD gane las elecciones. En eso quizas sea lo único en que hay unanimidad en el PLD. Absolutamente todos queremos que el PLD gane. Otro asunto es preguntarnos qué estamos dispuestos a hacer, a sacrificar, para que el PLD gane.

Hemos estado pensando mucho en ese asunto porque viendo los padrones de los comités de base del Intermedio que presidimos, el Juana Saltitopa B-1, nos encontramos con rostros de presidentes de comité de base y de miembros de comité de base que después de la consulta de octubre del año pasado (2022) al día de hoy no han participado en NADA. Pasó noviembre y pasó diciembre del año pasado, y de este año han pasado enero, febrero, marzo, abril, mayo y está pasando junio. Hablamos de 8, de casi 9 meses sin que algunos militantes de este Partido hayan movido un dedo, hayan hecho un aporte para que nuestro partido gane las elecciones. Si les preguntamos si quieren que el PLD gane las elecciones de 2024 responderán de manera sincera que sí. La respuesta es sincera, es honesta, lo que no es sincero es el compromiso y lo que están dispuestos a dar, a hacer, para que ese deseo se convierte en realidad.

Bien visto el asunto, y también en esto tiene razón la Biblia, realmente el que da de lo que le sobra no está dando gran cosa. El valor de lo que se da está en función del valor de lo que cada quien sacrifica para poder darlo. Es privativo de cada quien poner valor a ese sacrificio.

En nuestro caso consideramos que el momento es para dar, y dar hasta que duela.