Bajo duro el compañero Euclides a los críticos impiadosos del PLD, que se cubren en el periodismo o en el comentario radial o de televisión, al restar importancia a los calificativos en contra del Partido, que tipificó irrespetuosos, difamadores y calumniadores, recurrió al lenguaje popular comparando sus actuaciones con un reservorio de excremento. He aquí las perlas de Euclides: Son “letrinas parlantes, inodoros parlantes y bacinillas”.