LO QUE OLVIDÓ EL PRM EN SU COMUNICADO

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Por: Daniel Cruz | El Partido Revolucionario Moderno (PRM) pretendió aplacar con un comunicado la tormenta que se le vino encima por la extradición de dos de sus relacionados con actividades vinculadas al narcotráfico.

El comunicado fue una respuesta de oficina a una situación de profundas raíces e imprevisibles consecuencias (de las que hablaremos en otra ocasión). Bien visto, ese documento es un poema contentivo de supuestas buenas intenciones sin ninguna consecuencia práctica. Por eso el término preferido en el comunicado, de apenas cinco párrafos, es la palabra ‘reafirma’.

En el documento la dirección del PRM habla de un supuesto celo por la ética pública, la legalidad y la transparencia, en lo que muy pocas personas creen persuadidas por la realidad que, afortunadamente, sigue siendo más convincente que las palabras. ¿Cómo convencer a los dominicanos y a las dominicanas de que se está ante casos aislados si de un foetazo solicitan dos perremeístas en extradición y ya habían sido solicitados otros? En este asunto el PRM tiene un monopolio absoluto.

Además, ese partido le dice al país que sus dirigentes han tenido y reafirman «su posición firme e inquebrantable frente a toda manifestación vinculada al narcotráfico» cuando todo indica que ese partido está cundío de elementos del crimen organizado, como lo indica la cantidad de extraditados. Además en los barrios todos nos conocemos, y por eso sabemos que los candidatos del PRM vinculados al bajo mundo resultan en cada proceso los más votados. La primera víctima de los candidatos del narco son sus propios compañeros de partido porque todavía en nuestro país «papeleta sigue matando a menudo».

Consideramos que el comunicado-poema de marras adolece de varias omisiones, una de las cuales fue un ‘mea culpa’ por servir de puerta de entrada al narco a instancias del Estado y del gobierno que históricamente les habían sido vedadas. Al decir esto pensamos en los cabildos, el Congreso y el propio gobierno en sus altas instancias.

Otra omisión la tenemos en la falta de un anuncio creíble de propiciar la creación de mecanismos que eviten el acceso de elementos del crimen organizado a la dirección del partido, las boletas electorales y la instancias del gobierno.

Y finalmente, la omisión más importante, a nuestro juicio: disponer una investigación de los dirigentes de ese partido que sean sindicados por el rumor público o varias fuentes internas del propio PRM como personas vinculadas al crimen organizado.

Eso, entre otras cosas, le faltó al comunicado: espíritu autocrítico y vocación y compromiso de corrección. Lo demás es pura pose y cháchara politiquera.