Con palabras disonantes, mucho más, proveniente de una dama y legisladora ante la Cámara Alta, la Senadora por Puerto Plata, tiró por el suelo la solemnidad de una sesión de ese hemiciclo el pasado miércoles.
De forma grosera hizo referencia a la queja del vocero de la bancada del Partido de la Liberación Dominicana, quien se quejó que el Senado nunca ha investigado a algún funcionario de la actual gestión gubernamental.
La congresista reaccionó de manera airada, perdiendo la compostura y ofendiendo a los demás representantes en el poder del Estado.
Por esa actitud y otras asumidas por la veterana congresista se llega a la conclusión de que goza de una excesiva autoestima, que llega a la arrogancia y a la soberbia, nada aconsejable e un político, mucho menos en un congresista