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“Las auditorías deben servir para corregir fallas, no para tergiversar los hechos”, advirtió Altagracia Guzmán Marcelino, exministra de Salud Pública y exdirectora de SeNaSa.
La exdirectora del Seguro Nacional de Salud (SeNaSa) y miembro del Comité Central del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), Altagracia Guzmán Marcelino, advirtió que las recientes auditorías publicadas por la Cámara de Cuentas deben analizarse “con pinzas”, ya que es necesario determinar si se están realizando con el verdadero espíritu de corregir falencias o con otros propósitos.
La también exministra de Salud Pública recordó que durante su gestión al frente de SeNaSa (2010–2020) se creó la Dirección de Control y Fiscalización Interna, precisamente para detectar de manera preventiva cualquier anomalía en los procesos administrativos y financieros.
Explicó que incluso solicitó una auditoría directamente a la entonces presidenta de la Cámara de Cuentas, Licelott Marte de Barrios, con el objetivo de identificar debilidades contables y fortalecer la transparencia institucional.
“Yo pedí esa auditoría a Licelott Marte porque quería saber en qué podíamos mejorar. Las auditorías son necesarias, pero deben hacerse para corregir, no para tergiversar”, señaló la dirigente peledeísta durante una entrevista en el programa Despierta con CDN.
La exfuncionaria aclaró que la auditoría recientemente divulgada por la Cámara de Cuentas, que señala irregularidades por más de cuatro mil millones de pesos en SeNaSa, abarca el período 2014–2021, de los cuales solo dos años corresponden a su gestión.
En tal sentido, aseguró que en su momento se hicieron las observaciones pertinentes al primer borrador del informe, y enfatizó que los pagos realizados durante su administración contaban con los debidos soportes técnicos y la supervisión de los auditores de la Contraloría General de la República.
“Era imposible que un pago se hiciera sin respaldo, porque la Contraloría no autorizaba desembolsos si no estaban completos los soportes. Hay que ver dónde están esos documentos, porque nosotros los trasladamos a un archivo en Sabana Perdida para preservarlos”, explicó.
Guzmán Marcelino lamentó que se atribuyan a su nombre cifras y responsabilidades que no corresponden a su período y calificó de “inconcebible” que se distorsione información pública de esa manera.
También destacó que las auditorías deben aplicarse de forma periódica en cada gestión para garantizar la continuidad de los correctivos, no como herramientas de persecución política o manipulación mediática.
Respecto al vínculo con Chanel Rosa, quien también dirigió SeNaSa y ha sido mencionado en el contexto de las investigaciones, Guzmán Marcelino fue clara: “Cuando Chanel era director de SeNaSa, yo era la ministra de Salud, y el consejo directivo que supervisa al SeNaSa lo presidía yo. Así que, lo que él haya hecho o no, también me incluye. No me deslindo de eso”.
Finalmente, la exministra manifestó que está dispuesta a responder formalmente si es citada por las autoridades. “Si nos llaman, vamos. Nada humano me es ajeno”, expresó, dejando entrever serenidad ante las investigaciones y confianza en la transparencia de su gestión.
