Una curul para personas con condiciones físicas especiales

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Por: María Hernández | Mientras escuchaba una exposición de una experta de la Junta Central Electoral acerca de todas las medidas que ha dispuesto la institución para prestar atención especial a las personas que tienen algún tipo de impedimento físico para cuando tengan que ejercer su derecho al voto, pienso en la posibilidad de que esas personas a las que se les considera con condiciones físicas especiales además de ser simples votantes puedan tener un representante en el Congreso de la República Dominicana tanto en el senado como en la Cámara de Diputados.

La forma de hacerlo la debe determinar el organismo de comicios para que los partidos y organizaciones políticas tengan la responsabilidad de dejar una cuota especial, cuyo porcentaje también debe determinar, para que, por ejemplo los no videntes, mudos, sordos y personas incapacitadas físicamente por la ausencia de algunas de sus extremidades pueda, perfectamente, participar en una boleta electoral como cualquier ciudadano.

Hay personas brillantes a las que la vida les ha cambiado por la condición en que han quedado luego de haber sufrido un accidente de tránsito o, en muchos casos, por haber nacido con el problema o por causa de alguna enfermedad.

Es tan numerosa la población votante que ha tenido que quedarse en sus casas por las limitaciones físicas y las que les impone la sociedad que desperdician toda una vida que puede ser útil desde el escenario legislativo.

Quién más que ellos saben lo que ese segmento de la población necesita, pero que no cuentan con un representante que haga llegar su voz al mismo centro del congreso.

Esas personas con condiciones especiales van a los centros de estudios, a las universidades y se gradúan, pero, al final tropiezan con las limitaciones que les pone la misma sociedad que solo piensa en esos ciudadanos honorables al momento de necesitar que marque la foto de cualquier candidato, que en muchos casos, en los últimos que piensa a la hora de elaborar sus proyectos legislativos o municipales es en los ciudadanos que les han ayudado a estar en la posición que ocupan.

Esperamos que la Junta Central Electoral consulte con los partidos políticos sobre la posibilidad de que a estos ciudadanos se les tome en consideración a lo interno de las organizaciones políticas.

En el mismo escenario académico ya mencionado salió a relucir el ejemplo de una ciudadana candidata a una posición en la provincia Santo Domingo a la que se le negó su participación en una boleta electoral, solo porque presentaba problemas físicos en sus brazos y a la que una sentencia del Tribunal Superior Electoral favoreció con su participación en el proceso electoral.

En las elecciones del 2024 la JCE implementó lo que denominó el «voto en Casa», mediante el cual 98 personas se inscribieron para poder votar desde sus hogares para las elecciones presidenciales y congresuales de ese año, como lo destacan medios como Diario Libre, a pesar de las facilidades otorgadas por el organismo de comicios la abstención de ese año fue la mayor de los últimos 28 años con un 45.6%.

En nuestro país hay aproximadamente 1.160.847 de personas que tienen algún tipo de discapacidad, lo que representa un 12% de la población, según el Censo Nacional de Población y Vivienda del 2010.

Todavía en la historia política de la República Dominicana no ha habido un solo legislador con condiciones físicas especiales que haya alcanzado una curul y deberíamos imitar a otras naciones en donde ningún defecto de carácter físico es una limitante para alcanzar cualquier posición política. En El Salvador, hay un diputado que es la voz de los discapacitados en esa nación, llamado David Reyes, como lo destaca en un escrito el periódico Hoy.

Sin embargo, organizaciones políticas como el Partido de la Liberación Dominicana han dado un paso hacia delante en permitir que candidatos a diferentes posiciones puedan participar en los procesos electorales y hay casos hasta de regidores por el Distrito nacional y otras demarcaciones que han ganado regidurías a pesar de tener condiciones físicas especiales.

Hay que recordar que la más antigua institución que se ha dedicado en nuestro país a la rehabilitación de personas con discapacidad física es la Asociación Dominicana de Rehabilitación fue fundada el 3 de abril del año 1963 cuyo decreto fue obra del presidente de ese momento, el profesor Juan Bosch.

Hay enfermedades como el Polio y el Covid-19 han dejado secuelas en profesionales de diferentes instituciones públicas y privadas a muchos de los cuales los ha postrado en sus hogares, mientras otros siguen en el mundo laboral a pesar de tener su estructura corporal afectada.

Los atletas paralímpicos de nuestro país son un ejemplo de que se puede llegar muy lejos a pesar de cualquier limitación física particular como lo han demostrado en sus participaciones en eventos nacionales e internacionales.

Debemos resaltar el papel de la Junta Central Electoral en cuanto a tomar en consideración a las personas con condiciones especiales y permitirles, sin obstáculos, ejercer su derecho en los procesos electorales como a los demás ciudadanos y así esperamos que estos ciudadanos puedan estar en el centro de las instituciones de tomas de decisiones como cualquier persona más a representar a sus iguales.