Una sociedad impactada

La sociedad dominicana abre una nueva página compungida por lamentables sucesos trágicos que nos han estremecido.
Emely Peguero, de 16 años, con un embarazo cinco meses de gestación, fue secuestrada y vilmente asesinada por su novio, un jovencito de apenas 20 años. La necropsia determinó un horrendo aborto y un golpe que le fracturó el cráneo. Su cuerpo fue mutilado, introducido en una maleta y lanzado a un lado de una carretera.

A Dioskairy Gomez, residente en Rincòn La Vega la asesinaron, incendiaron su cuerpo, que fue encontrado cerca de la carretera que conduce a Fantino. Se investiga a su padrastro y la propia madre de la occisa

Rosalinda Yan Pérez de 18 años de edad, cuyo cadáver fue encontrado en el baño de una casa en construcción, salió de su casa en Nigua, San Cristóbal, el sábado 26 de agosto y de camino se encontró con su expareja, quien, a punta de cuchillo, le ordenó que se montara en su motor, y no regresó. Terminó violada, torturada y ahorcada con una cuerda y su cadáver semidesnudo tirado en el interior de la casa que se construye.

Los hechos son para desconsolarnos y alármanos. Días trágicos, angustiantes, conmovedores. Tres jóvenes vil y brutalmente asesinadas, hechos que han doblegado la sociedad

Son sucesos que retratan el predominio de antivalores porque se ha impuesto el individualismo, el sexo irresponsable, las drogas, culturas desconocidas a la que las nuevas generaciones se arrodillan porque entienden entran a la moda y son símbolos del modernismo.

La conciencia nacional se ha estremecido. En menos de una semana tres casos de asesinatos de adultas a destiempo, en las que los rasgos de la adolescencia dominan. No hace tanto un religioso asesina con saña a un jovencito en otro hecho consternante.

Un hecho trágico tras otro y los oportunistas de siempre juzgando y culpando y limpiándose las manos.

Para combatir ese flagelo debemos admitir que se degrada la familia, permeada por antivalores inducidos por modelos degradantes y corrompidos, que han encendido el botón de una alarma general para que procuremos salidas la angustia y frustración que dejan estos hechos