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Por: Euclides Gutierrez Felix | De la vida del pueblo dominicano hay infinidad de problemas, de orden económico y político, muy importantes, que debemos tratar frecuentemente. Hay sucesos, dolorosos, censurables y repudiables; no solamente los feminicidios, sino los asesinatos que todos los días ejecutan criminales, ladrones y delincuentes que no se someten a una conducta de respeto y disciplina, por las autoridades policiales, judiciales y de orden público, no tienen la decisión de garantizarle a los dominicanos, el desarrollo de una vida productiva en todos los órdenes, para mantenerlo como uno de los pueblos más desarrollados en términos materiales, de los países de Hispanoamérica.
No vamos a competir ni con Brasil ni con Argentina, México y Chile, el resto de los pueblos hermanos no reúnen las condiciones en términos de la naturaleza que han convertido a este ¨Pueblo Pequeño, Hermoso, Productor, Rico y Valiente¨.
Desgraciadamente el problema más serio al cual está enfrentado la Nación dominicana, es el que genera nuestro vecino de occidente al cual seguimos llamando ¨Conglomerado Humano¨, como lo calificó Juan Bosch, el Gran Maestro Político Dominicano y de América.
Ahora no son los enfrentamientos de las pandillas que tienen el control del territorio haitiano, que han generado cientos de muertos, no solamente de pandilleros, sino de hombres y mujeres, adolescentes, niños y niñas que, en número excesivos, siempre han sido violadas.
A esa realidad se suma ahora el contrabando de armas de fuego, que llegan a esos territorios entregados a las pandillas y otros grupos por contrabandistas de armas de todo calibre que tienen capacidad para derribar aeronaves y otras que tienen alcance de más de 1,800 metros lineales. En nuestra columna anterior hemos afirmado que esas armas, para lo que son traficadas es para usarlas en contra de la soberanía y desarrollo de la Nación dominicana.
A territorio haitiano no llegan naves marítimas, ni aeronaves, con instrumentos de trabajo y producción científicas o mecánicos; tampoco llegan provisiones para la alimentación de los 10 millones de habitantes que viven en condiciones de miseria, horripilante; duermen, comen, y viven en los cementerios y en vez de harina para hacer panes y galletas, usan la tierra de los mismos lugares donde viven. Los haitianos desconocen los hábitos de trabajos en el orden agrícola e industrial; hace mas de 20 años que hemos llamado la atención en ese sentido y nos da la razón la presencia en los mercados fronterizos de Dajabón y Pedernales, los más importantes entre otros a donde vienen los haitianos a comprar lo poco que pueden, situación que se ha empeorado por la pérdida del valor de la moneda haitiana.
Queremos con esta “Crónica del Presente”, llamar a los Partidos políticos en primer lugar al PRM, que gobierna la nación y al PLD en el que militó desde su fundación y todas las demás fuerzas políticas organizadas, asociaciones, organizaciones sociales y de toda naturaleza, a que pongamos en marcha la nación para defender nuestra existencia.
Estamos señalando nada más las responsabilidades que en el orden humano tienen los Estado Unidos de América, Canadá, Francia y la Unión Europea, en términos de naciones organizadas y con recursos económicos y científicos, las cuales son parte de las organizaciones internacionales como Las Naciones Unidas (ONU), y la funesta Organización de Estados Americanos (OEA), que tan dolorosos recuerdos dejó en la memoria de nuestro pueblo, a partir del 28 de abril de 1965. ¡Dominicanos hemos sido siempre un pueblo valiente y decidido y este Estado independiente que fundaron Los Trinitarios y ratificaron Los Restauradores es el único dueño absoluto de su soberanía e independencia!.