De antemano vemos las afirmaciones del ciudadano español, designado comisionado ejecutivo para la reforma de la Policía Nacional , de que existía una corrupción interna, institucional y sistémica”, desde la cabeza hasta los pies en el cuerpo del orden, es más un nuevo esquema publicitario a los que nos tiene acostumbrado el Gobierno.
En verdad lo denunciado amerita un esclarecimiento para que la sociedad y la justicia intervenga; pero los damos por descontado porque eso se quedará ahí.
Como ha sido la costumbre ante un tema engorroso, como el caso del aumento de la delincuencia y la inseguridad, se busca un punto para restar fuerza a esa preocupación ciudadana.
Es una denuncia manoseada, que se ha dicho una y otras vez, que no pasará de ahí, mientras subyace el temor ciudadano por la falta de seguridad, tema que las autoridades se comprometieron a resolver en meses. Aquí recordamos que una cosa es con guitarra y la otra con violín