EDITORAL
El Partido de la Liberación Dominicana viene poniendo de manifiesto una vitalidad extraordinaria. Su Comité Político se ha venido reuniendo y ha resuelto los retos que la nueva legislación electoral les ha cargado a los partidos. Para resolver las situaciones pendientes, como completar la Comisión Nacional Electoral, ha convocado al Comité Central a reunión para el 27 de este mes. La Secretaría de Organización ha hecho también su parte. Ha elaborado el instructivo que regirá la formación de nuevos comités de base. El padrón partidario ha quedado a disposición de los compañeros y las compañeras. Los aspirantes a diferentes posiciones, desde a presidentes de la república, senadores, diputados, alcaldes y regidores, movilizan a gran parte de la militancia del Partido todos los días en alguna zona. Se trata, en fin, de mucha actividad en el marco de la preparación del inicio de una campaña interna.
Esa vitalidad solo puede manifestarla una organización que sea una cantera de líderes en diferentes niveles y en diversos estados de madurez, como es el caso del Partido de la Liberación Dominicana.
Un partido que se halle en su punto, junto a un gobierno al que se le reconoce una magnífica gestión, ¿qué puede cosechar sino triunfos con el apoyo del pueblo?
Por eso precisamente las encuestas de manera consistente indican la alta popularidad del PLD y la buena valoración de sus principales dirigentes. Los estudios del mercado electoral indican que incluso los simpatizantes de partidos opositores al nuestro reconocen que el PLD, no el suyo, ganará las próximas elecciones.
Así las cosas, los compañeros y las compañeras debemos concentrarnos en este momento en dos asuntos. Primero, confiar en nuestra dirección política, que ha demostrado que sabe lo que tiene entre manos y cómo se ganan las elecciones. Nuestros comités Político y Central siempre han tomado las mejores decisiones para la organización y el pueblo dominicano. Por eso no debemos llevarnos de anuncios agoreros ni de ‘profetas’ fatalistas. Siete triunfos en línea no han sido frutos del azar sino de una buena dirección y un trabajo colectivo hecho con eficacia por todos los compañeros.
El segundo asunto en que debemos concentrarnos en que en cada elección solo uno de los compañeros y de las compañeras puede ser presidente de la república; al igual que solo uno puede ser senador y solo uno puede ser alcalde o director de distritos municipales. Las candidaturas plurales, como las de los diputados y los regidores, también tienen límite. Cada uno que haga su mejor esfuerzo para lograr la candidatura a la que aspira, pero si no lo consigue ahora, evite quemar las naves; solo así, quizás con mejor ventura, podrá dar otro viaje en el próximo proceso. Procedamos con madurez. Después de cada elección interna el sol volverá a salir y un mundo de oportunidades se abrirá a nuestro paso. Eso lo enseña la historia.
Confianza en nuestra dirección y demostración de madurez política figuran entre los elementos fundamentales que han hecho del PLD la organización imbatible en que se ha convertido para beneficio del pueblo dominicano y honra de la memoria de su fundador y líder histórico de los peledeístas: el profesor Juan Bosch.