Un pueblo que pasa trabajo

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Por: Héctor Olivo | Al cumplirse la primera semana de la mayor tragedia de la historia en República Dominicana, el desplome del techo del centro de espectáculo Jet Set en la capital dominicana, las expectativas se concentraron en lo que diría el presidente Luis Abinader en su vitrina semanal de los días lunes.

Al referirse al dolor que provocó el siniestro en toda la población, el mandatario pidió un minuto de silencio en memoria de las personas fallecidas y dijo a las familias en luto, que todo un país les acompaña en estos momentos de angustia.

El escenario fue aprovechado para un nuevo anuncio procurando niveles de simpatías en la población, como ha sido la costumbre desde que se instaló el gobierno del PRM.

El jefe del Estado anunció un aumento salarial del 30% para las trabajadoras del hogar, que llevó al día siguiente al Ministerio de Trabajo a aclarar que se trata de un reajuste a las que ganaron 10 mil pesos y que a partir de mayo ganarían mil 300 pesos.

El gobierno se montó en el carro de un cambio que ha resultado un retroceso y que insiste en aplicar fórmulas mercadológicas de anunciar y prometer, sin averiguar, solo para impresionar o quizás, quitar presión de temas engorrosos para la imagen del gobierno.

La tragedia del Jet Set ha coincidido con un momento crítico del gobierno en el que es notorio el desgaste de una gestión caracterizada por anuncios y promesas que no se han convertido en resultados concretos.

La muy promocionada LA Semanal del presidente Abinader, se ha convertido en un rosario de anuncios y promesas incumplidas.

La realidad contradice el maquillaje con que se pretende ocultar dificultades y contratiempos.

La desaceleración económica se refleja en todos los renglones usados como parámetros para medir el crecimiento económico, a lo que se le suma el alto costo de la vida, el deterioro de los servicios, la inseguridad, entre otros aspectos, que demuestran que el pueblo está pasando trabajo.